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Sazón y selección inteligente: por qué los sabores y formatos deben adaptarse al mercado puertorriqueño

  • Foto del escritor: Alejandro Colon
    Alejandro Colon
  • 1 may
  • 3 Min. de lectura
Artículos básicos como sazones, cereales y panes deben ajustarse en sabor y formato para conectar realmente con el consumidor puertorriqueño.
Artículos básicos como sazones, cereales y panes deben ajustarse en sabor y formato para conectar realmente con el consumidor puertorriqueño.

Pasa muy seguido. Una marca de productos de consumo masivo (CPG) llega a Puerto Rico con una línea ganadora en EE.UU., pero sus ventas son bajas, la rotación en tienda es lenta y los socios comerciales no entienden por qué. El problema no está en la calidad del producto — está en la falta de alineación cultural.


Lo que funciona en Miami o Chicago no siempre conecta igual en San Juan. Desde los sabores hasta los tamaños de empaque y la percepción del precio, Puerto Rico es un mercado único — y no se puede tratar como una copia del continente.


En Alimerc, ayudamos a las marcas a racionalizar su portafolio y adaptarse con intención. Aquí te contamos lo que muchas hacen mal — y cómo hacerlo bien.


1. El sabor manda


Empecemos con el gusto. El consumidor puertorriqueño sabe lo que quiere — y espera que las marcas lo entiendan.


  • ¿Muy simple? No se vende.

  • ¿Muy picante? Ni se prueba.

  • ¿Muy raro? Puede llamar la atención, pero no convierte si no conecta.


La sazón es clave. Sabores con ajo, toques cítricos, adobo, sofrito y sazón criollo son parte del día a día. Si tu producto tiene un perfil diseñado para paladares del medio oeste de EE.UU., probablemente no funcione aquí.


Lo que sí funciona: marcas que invierten en fórmulas pensadas para el mercado local, o que destacan sabores conocidos, generan mayor rotación y repetición de compra.


2. El tamaño del empaque sí importa


Muchas marcas traen sus presentaciones estándar del continente: porciones individuales, envases de 6 onzas, precios premium de $6.99. Pero en Puerto Rico, las familias son más grandes — y el valor por unidad es clave.


Piensa en:


  • Hogares multigeneracionales

  • Presupuestos más sensibles

  • Preferencia por comprar en volumen (Econo, SuperMax, Selectos)


El resultado: los multipacks, formatos familiares y combos de valor tienden a vender más que las presentaciones pequeñas “de moda” que ves en Whole Foods. Si tu producto se percibe como un lujo en vez de una necesidad, perderás espacio en góndola.


3. Menos es más en el punto de venta


El espacio en estantería es limitado. El sistema logístico es complejo. Y los encargados de tienda quieren productos que se muevan — no que acumulen polvo.


Si tu línea tiene ocho sabores y cuatro tamaños, prepárate para resistencia. Demasiados SKUs generan ruido — y aquí, los productos que no se venden rápido se eliminan.


Nuestra recomendación: empieza enfocado. Un SKU estrella en el tamaño correcto, con una o dos variaciones de sabor relevantes para el mercado. Gánate el espacio antes de expandir el portafolio.


4. El precio se define en góndola, no en Excel


En muchos mercados de EE.UU., la elasticidad de precios se calcula con modelos predictivos. En Puerto Rico, el precio se pone a prueba en la tienda — por cuán rápido rota un producto.


Una salsa de $5.49 puede venderse bien en Brooklyn, pero no en Bayamón, a menos que:


  • Tenga un sabor local o nostálgico

  • Ofrezca más cantidad por el precio

  • Se posicione como un valor justo por su calidad


No basta con convertir precios al dólar local y esperar lo mejor. Se necesita una estrategia de precios basada en el comportamiento de compra real, no en suposiciones de oficina.


5. La conexión cultural vence al “branding latino” genérico


El consumidor puertorriqueño no se deja llevar por modas. Busca autenticidad. Muchos productos que se promocionan como “latinos” fallan aquí porque no captan lo que realmente representa la cultura local.


¿Quieres ganar en este mercado? Sé real. Sé intencional. Crea alianzas con distribuidores locales, apoya a los puntos de venta con materiales en español, y muestra que viniste para quedarte — no a hacer una prueba.


Conclusión: Lo local gana siempre


El sabor vende. El formato influye. Y el precio impulsa la prueba. Si estás trayendo tu producto a Puerto Rico sin repensar estos tres pilares, no estás localizando — estás apostando.


En Alimerc, ayudamos a las marcas a adaptar su portafolio y maximizar su potencial en el mercado puertorriqueño. Sabemos qué se vende, qué no, y cómo posicionarte para crecer con intención.

 
 

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